“Más de un día me he levantado y he dicho que cerraba y me iba”
Por Fausto Aguilera
Cuando la crisis llegó a España, Francisco Alcaraz Romero, empresario murciano del sector de la construcción, se vio obligado a parar la actividad de su empresa, que en 2007 contaba con más de 200 empleados. Ahora es propietario de Territorio Ibérico, empresa china de capital extranjero dedicada a la comercialización de vino español en el gigante asiático. El equipo de Siglo China se ha entrevistado con él para conocer más de cerca la experiencia de quien decide crear una empresa china sin un socio local.
Pregunta: ¿Por qué China y por qué vino?
Respuesta: El vino siempre ha sido una cosa que me ha gustado mucho. Yo regalaba vino a mis clientes y estaba metido un poco en el mundo del vino. Además, me prometí que la próxima profesión iba a ser algo que me gustase y algo que no fuese fijo, sino movible.
Con la llegada de la crisis de la construcción, decidí dedicarme a la exportación y la importación. Montamos una empresa dedicada a la venta online en España de productos de importación. Vine a China porque era el punto donde más fábricas había y empecé a conocer esto. En 2010 que aparecí por China por primera vez, me di cuenta de que el mercado no estaba en comprarle a los chinos, sino en venderle. Aquí hay un potencial muy grande con una clase media creciente.
Así, decido venirme para acá y abrir una empresa aquí. En ese tiempo también estaba conociendo el mercado sudamericano y también decido abrir una empresa en México.
P: ¿Fue primero China o México?
R: Primero fue China. En México se abrió la empresa este año. Me ha costado unos 9 o 10 meses tener la empresa abierta. Aquí en China también me costó cerca de un año conseguir las licencias de importación y exportación de vino.
P: ¿Por qué venir como importador en vez de buscar importadores chinos?
R: Primer punto, confiaba mucho en mis posibilidades. Segundo, nunca he tenido miedo al riesgo. Tercero, la mayoría de las personas vienen aquí como si fueran fantasmas: aparecen con un pallet o con una caja o una maleta con vino y se ponen a regalar las cuatro muestras que llevan. Cuando han terminado, se han quedado sin vino, han perdido el tiempo y se vuelven. A un chino hay que venirle a vender demostrando que estás aquí.
Lo primero que hice fue preparar la empresa, cargar un contenedor y venirme para acá. Entonces empecé a hacer ferias. Fue todo muy precipitado y se cometen muchos errores. Mi mayor error ha sido tratar aquí a las personas igual que en Europa. El personal laboral es muy diferente al de España, al de Europa y al de cualquier parte del mundo. Aquí el personal laboral es un hándicap que ahora estoy conociendo.
P: La mayoría de los extranjeros buscan un socio chino para abrir sus negocios tanto por las facilidades administrativas y legales como por la parte comercial. ¿Por qué no quiere socio chino?
R: Yo no me vine con un socio chino por una cosa: el chino, lo mismo que es tan difícil de manejar como persona laboral, es muy difícil de manejar como socio porque en el momento que el desconfíe de ti, automáticamente te va a quitar del medio. Tú no tienes ninguna potestad.
Arriesgándome más, hice una empresa totalmente extranjera, cumpliendo todas las leyes que exigía el Gobierno como son metros cuadrados de oficina, metros cuadrados de almacén, capital, todo.
Los requisitos son tremendamente duros porque todo el dinero que entra en China no sale de China. El Gobierno chino pone restricciones de tal manera que yo no puedo ir a sacar dinero en efectivo al banco. Yo puedo tener mucho dinero en la empresa, no tener nada en mi cuenta personal y no poder sacar nada.
El Gobierno chino no deja mover nada, las empresas extranjeras están totalmente vigiladas.
P: ¿Muy diferente a México?
R: Totalmente diferente a México. En México no necesitas tanta historia para tener una cuenta bancaria, no necesitas tanto papeleo y tanto sacrificio como aquí. Aquí todo va en contra tuya. Tienes cualquier problema con un trabajador y sabes que, aunque lleves razón, vas a pagar.
P: Con tanto inconveniente como cuenta. ¿Le merece la pena estar aquí?
R: Me merece la pena en perspectiva a largo plazo. Como persona no me merece la pena en absoluto, pero como empresario espero que merezca la pena porque hasta la fecha de hoy lo que llevo aquí es sufrimiento. Yo creo que he envejecido más de cinco o seis años desde que estoy aquí. No he vivido, no he descansado y no me han dejado hacer mi vida.
Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid (España), Fausto Aguilera acumula experiencia en comunicación corporativa y periodismo de agencia. Ha trabajado para la agencia de noticias Europa Press en Castilla-La Mancha (España) y para la Asociación Sino-Española por la Energía y la Sostenibidad en Guangzhou (China). Actualmente es jefe de edición de la revista China Latino, también en Guangzhou (China).
15 noviembre 2013
Los empresarios tomamos riesgos y aventuras, esto es una aventura que no sé hasta dónde llegará. Más de un día me he levantado y he dicho que cerraba y me iba. Si había cinco yuanes, me iba con cinco yuanes y se acabó. Así, miles de veces. Eso como persona, pero como empresario dices ‘no, yo soy capaz de esto y de mucho más’.
P: ¿Es atractivo China desde el punto de vista empresarial?
R: Es atractivo si entiendes su idioma. Si no entiendes su idioma y no entiendes sus costumbres, de atractivo tiene poco. Uno de mis cambios futuros es empezar a entender su idioma. Ya estoy aprendiendo como ir moviéndome con ellos.
Yo hasta ahora tenía unas pautas que he ido siguiendo y que me han ido funcionando bien, pero hay otras que no he ido siguiendo: las relaciones personales. Aquí el trabajo se lleva a una relación personal, sea de verdad o sea de mentira. Yo no soy de esa condición, soy un empresario hecho a que una relación de trabajo es una relación de trabajo y fuera de mi horario de trabajo decido con quien quiero estar.
En China no. China no distingue. En China si tú quieres venderme estás conmigo a la hora que yo te quiera. Como no me molestes, no quiero saber nada de ti, porque no te acuerdas de mí; sólo te acuerdas para vender. Entonces, no eres mi amigo y como no eres mi amigo no te compro a ti, le compro a mi amigo aunque me venda más caro.
P: En cuanto al vino. ¿Hay mercado en China?
R: Cada día hay más mercado. Es impresionante. El cliente al que le gusta el vino y que va aprendiendo los sabores, va siendo fiel. El vino tiene muchísimo potencial aquí porque es un artículo de lujo para ellos. Aquí todo lo que huela a lujo y a nivel es lo que quieren.
Si los chinos salen y empiezan a acostumbrarse al vino, harán como en España cuando salíamos, todos teníamos una botella de vino sobre la mesa. Tuvimos una época en España que eran botellas de vino por todos lados. Esto es como España en el año noventa y algo, que todo el mundo aparentaba tener lo que no tenía. Aquí es igual.
P: ¿En qué posición se encuentra el vino español respecto a su competencia?
El problema en España es que siempre hemos sido muy individuales. Luego nuestros políticos no han desarrollado su tarea en el exterior como es debido porque nosotros tenemos vinos muy buenos y tenemos que venderlos a un precio mucho más económico que los franceses. Ellos han hecho muy buen marketing, se instalaron los primeros y venden muchísimo más y a precios más caros.
Tú coges algunas botellas de vino francés que son basura y están equiparadas en precio a un reserva nuestro. Han invertido mucho dinero y lo están aprovechando.
Si te pones a hablar de España tiene más presencia vino de La Rioja que vino de España. Una pequeña zona de terreno de España es más conocida en China que España. Es impresionante, pero cierto.
Lo que estamos haciendo los sufridores que estamos trayendo productos españoles es abrir los ojos a mucha gente, pero el producto francés no necesita abrir los ojos a nadie.
P: ¿Es útil acudir a ferias?
R: Las ferias sí son útiles porque resulta que el chino hace seguimiento. El chino es la persona que menos prisa tiene para hacer un negocio: ninguna.
En la feria te ven un día, se toman tu vino contigo y se van. Después de tres meses hay una feria en otro sitio, van, te vuelven a ver y vuelven a saludarte. Así, al cabo de un año o dos años comienzas a tener éxito. Mientras tanto, demuéstrame que vales.
Las ferias son una ruina. No sirve para nada en tema económico, pero para empezar a hacer negocios buenos sí. Para ir a una feria, mejor no vengas. Puede ser que tengas el éxito de ese día y creas que has conseguido algo y en cuestión de 15 días se desvanece todo: no tienes nada y te has gastado una fortuna. Una feria no te sirve, tienes que tener en mente que vas a hacer muchas ferias.
Yo voy a tener un equipo de dos o tres personas destinadas a hacer ferias por toda China. No voy a las ferias porque vaya a ganar dinero en cada una, sino porque voy a estar ahí. El chino necesita verte ahí.
Yo, como chino, no quiero comprarte tu vino, hacer mis clientes y que tú mañana no estés aquí. ¿Cómo sigo yo vendiendo ese vino? Todo el esfuerzo que yo he hecho, como chino, y me has dejado tirado.


Francisco Alcaraz Romero, importador de vino español en China
No te va a comprar hasta que no sepa que tú estás realmente funcionando. Venir aquí con una maleta y hacer una feria es la mayor tontería del mundo. No te sirve. Te has gastado en venir de España a aquí más de 3000 euros y te vas sin nada.
Mejor vente para acá, contrátate un apartamento, una oficina en la planta más alta que puedas en la zona más cara que puedas y empieza ahí. Pon una estantería con vino y ya está. Tiene que pasar un año mínimo para que empiecen las cosas a funcionar.
P: ¿Por qué Guangzhou? El mercado tal vez esté menos colapsado en otras ciudades de China.
R: Yo la primera vez que vine a China vine a la CantonFair porque estaba con el tema de importación de productos desde España. Ya conocía esta zona y el clima me gustó. Yo no soporto las zonas de frío.
Con una empresa china tú puedes recorrer todo lo que quieras en China, puedes vender en otras partes de China sin ningún problema. China es muy grande, así que elegí un sitio donde estoy cómodo. Además, la comida me gustó, es la zona de China donde mejor se come.
Mi idea es no estar más de 15 días cada dos meses en China. Ahora llevo cuatro meses porque cada vez que he tenido que salir de China, mi equipo de trabajo no era equipo de trabajo. Mi equipo de trabajo era equipo de llegar, fichar y sentarse a consumir horas.
P: ¿Cómo hacer que su equipo de trabajo funcione?
R: Los jefes chinos nunca están en su oficina, pero funciona. Su empresa está delimitada por agendas. A él solo le dan un reporte un día y ese día es el que está el chino en su oficina. Por eso el chino tiene la grandísima capacidad de hacer muchos negocios al mismo tiempo. Las empresas chinas son las más eficientes que he conocido nunca.
Todo lo que estudiamos los europeos no tiene nada que ver con esto. Yo tengo un máster hecho de dirección y gestión de empresas. Tengo otro máster hecho en urbanismo, más miles de cursos y yo no doy crédito a todo lo que me ha pasado aquí. Es algo insólito.
Conforme vamos avanzando voy viendo cómo hay que trabajar aquí. Tuve que tomar la decisión de paralizar la empresa y echar a la gente porque no podía continuar así. Llega un punto en el que realmente tú no eres nadie, no tienes el control; sólo sabes todo lo que se está gastando diariamente, no se ingresa y todo el mundo está supuestamente muy liado.
“El vino tiene muchísimo potencial aquí porque es un artículo de lujo”
“Aquí el trabajo se lleva a una relación personal, sea de verdad o sea de mentira”
“Las empresas chinas son las más eficientes que he conocido nunca”
“Venir aquí con una maleta y hacer una feria es la mayor tontería del mundo”